“Los despachantes somos el centro del comercio exterior”

MEGATRADE


La facilitación del comercio exterior está en auge en estos días por la entrada en vigor del acuerdo homónimo impulsado por la Organización Mundial del Comercio (OMC) y por los esfuerzos que realiza el gobierno para instrumentar la ventanilla única (Vucea). A tal punto que algunos operadores tienden a crearse falsas expectativas.

Tanta es la carga histórica negativa de operar en comercio exterior que muchos perciben que están ante las puertas de una simplificación rotunda y una reducción masiva de instancias.
Llegan a pensar incluso –envalentonados por los resultados de la digitalización masiva de los procesos– que se viene la universalización del “hágalo usted mismo, aquí y ahora”. Las tendencias y los cambios globales en las cadenas de valor sustentan lo suficiente esta ilusión, de la mano de un comercio electrónico que paulatinamente deja de ser dominio exclusivo de los consumidores individuales y se generaliza como práctica entre las empresas.
Esta alerta suena hace tiempo en el entorno de los despachantes de aduana. Y con esta previsión, el Centro Despachantes de Aduana (CDA) organizó el seminario internacional “Nuevas tendencias del comercio global”, una doble jornada de actualización y reflexión que se desarrollará mañana y pasado en el Hotel Alvear, y que contará con la presencia de las máximas autoridades argentinas de la AFIP, la Aduana, los ministerios de Producción y Relaciones Exteriores, y del Puerto Buenos Aires, junto con funcionarios de la Organización Mundial de Aduanas, la Asociación de Agentes Profesionales de Aduana de las Américas (Asapra), y representantes de exportadores e importadores.
“Tenemos que estar preparados para los cambios y estar listos para las tendencias que se vienen. Pero no sólo queremos pensar en lo que se viene, sino que tenemos la intención de trabajar en lo que se viene, participando en los nuevos modelos de trabajo, siempre desde la óptica del despachante de aduana. Y la mejor forma de hacerlo es con un seminario de estas características, pero no sólo para el despachante, sino para todo el comercio exterior. Y decimos para todo el comercio exterior porque uno de los ejes principales de nuestra plataforma es que el despachante de aduana es el centro del comercio exterior”, explicó el presidente del CDA, Enrique Loizzo, durante una entrevista con TRADE.

–¿Les preocupa que los cambios en el comercio exterior impacten sobre su función?
–Nos genera un estado que no es de alerta o preocupación, pero sí de atención permanente. Y por eso debemos estar preparados. Hay un modelo que se viene y hay que demostrar que estás preparado. El despachante es un auxiliar del Estado, y tenemos que mostrarle al Estado y al privado que somos el centro del comercio exterior”, agregó.
–¿Tienen que demostrar que no son un costo?
–Tener un buen asesoramiento y una buena guía en el comercio exterior lo que hace es que se bajen los costos. El costo no está en el despachante, sino en todo lo que es inherente al transporte, a los puertos. Como despachantes somos el departamento de comercio exterior de las pymes, e incluso damos gran parte de asesoramiento a las empresas grandes.
Tenemos que saber de derecho aduanero, tributario, comercial, logística y transporte. Y cuando ves toda la cadena, y establecés los costos, te das cuenta de que la menor incidencia –y también la mayor responsabilidad– es la del despachante. Para negociar un flete no hace falta ser un experto: comprás el más barato. Pero la responsabilidad no tiene precio: ahí buscás al que más sabe. Y nosotros somos los que le decimos al cliente qué puede o no traer, y qué pasos debe tomar ante terceros organismos. Hay todo un trabajo previo y de análisis que no se cobra y es fundamental.
–¿O sea que mientras exista una Aduana existirán los despachantes?
–No hay Nación sin Aduana y no hay Aduana sin despachantes.
–Pero resulta llamativo que en otros Estados el uso del despachante de aduana no sea obligatorio…
–Es cierto. Incluso acá, en la Argentina. Hay normativas, de la época de las desregulaciones, que le permiten a un importador hacer su propia declaración. Y eso nos pone en una desventaja muy fuerte.
–¿Por qué?
–Porque como despachante tengo que ser idóneo, y acreditar esa idoneidad con exámenes ante el Estado. Además tengo que acreditar una garantía, y encima somos solidarios ante cualquier inconveniente. El importador puede despachar sin cumplir con lo que a nosotros nos exigen. Pero el despachante le ofrece al Estado algo fundamental: el trabajo previo. Sabemos qué requisitos tiene cada mercadería, qué aranceles tiene que pagar y le decimos al Estado cuánto va a recaudar por eso. Nos ponemos a disposición del Estado al clasificar las mercaderías. Le decimos a la carga cuánto le va a costar el proceso y al Estado cuánto va a cobrar. Ahí radica nuestra importancia en el comercio exterior. Y, como auxiliares del Estado, podemos ser un buen elemento de control. De hecho, estamos trabajando en un proyecto que se llama “Conozca a su cliente”, que presentamos en Asapra, para que el despachante cuente con una guía que, sobre todo, va a ser muy útil para los despachantes nuevos, que necesitan armar su cartera de clientes. Tenemos muy presente que el narcotráfico busca siempre nuevas vías, y los despachantes estamos expuestos.
–¿Cuáles son las señales de alerta que tienen?
–Por un lado está el tema del courier, que ofrece un alto grado de facilitación, pero que cree que puede controlar lo que no sabe ni debe, porque son sólo una forma de envíos que sirve, funciona y está muy bien que exista porque es útil. Pero no reemplaza nuestras funciones ni tiene nuestras mismas responsabilidades. El Exporta Simple también es una preocupación porque pasó de ser un modelo de operación especial que salió del régimen particular de los emprendedores y pasó al régimen general, para todos los operadores, menos para nosotros. Pero tuvimos muchas reuniones con funcionarios para analizar el tema y hay muy buena receptividad.
–¿Y los conflictos que persisten en el día a día?
–En concreto, el tema de los turnos en las terminales es recurrente. La Administración General de Puertos nos está dando una mano muy fuerte en este tema. Los canales rojos bajaron, pero sólo un poco. No nos preocupa el control, sino los tiempos. Pero la Aduana está cambiando hacia un nuevo modelo de fiscalización. Se avanzó con los trámites a distancia (TAD), con el web service, y la Vucea terminará concentrando todo el movimiento del comercio exterior. Será una transición fuerte a la que todos tendremos que adecuarnos.

Agenda
El seminario será inaugurado por Alberto Abad (AFIP) y cerrado por Juan José Gómez Centurión (Aduana). La facilitación del comercio será encarada por Eduardo Tempone (Cancillería) y Pablo Lavigne (Producción), al tiempo que la ventanilla única será tratada por Santiago Douton, director ejecutivo del programa Vucea.
Diego Dávila (Aduana) comentará la reingeniería de procesos que atravesará el organismo y Pablo Allievi (Aduana) hablará sobre el operador de riesgo administrado (ORA).
El e-commerce será tratado desde la óptica aduanera por Héctor Juárez, y desde el punto de vista del control por especialistas en derecho aduanero como Enrique Barrerira, Héctor Guillermo Vidal Albarracín, Martín Jovanovich y Juan Patricio Cotter. El presidente del Tribunal Fiscal de la Nación, Ricardo Basaldúa, disertará sobre el sistema multilateral de comercio.
Desde el exterior, Ana Hinojosa (OMA) hablará sobre el control integrado de las cadenas de suministro; Enrique Cánon (Aduana de Uruguay y presidente del Consejo de la OMA) tocará el tema del operador económico autorizado; Alfonso Rojas y Henry Thompson (Asapra) versarán sobre nuevas tendencias y el rol del despachante en el acuerdo de facilitación del comercio, respectivamente, y Magdalena Mendoza, vicepresidenta de los despachantes del Paraguay, contará la experiencia que tienen allí con la ventanilla única.
Habrá además paneles con representantes de la carga, del Puerto Buenos Aires y del Supara. Más información: www.cda.org.ar