Trump recalcula: ahora dice que no sacará a EEUU del NAFTA

Ambito Financiero


El presidente Donald Trump dijo que los mandatarios de Canadá y México, en sendas conversaciones telefónicas, le pidieron que Estados Unidos permanezca como socio en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y que él estuvo de acuerdo.

"Recibí llamadas del presidente de México y del primer ministro del Canadá pidiéndome renegociar el NAFTA (Tratado de Libre Comercio de América del Norte/TLCAN) en vez de eliminarlo. Estuve de acuerdo", escribió en su cuenta de Twitter el presidente estadounidense, Donald Trump.
"Si no llegamos a un acuerdo justo para todos, entonces terminaremos el NAFTA. Las relaciones son buenas, trato muy posible!", indicó.
Según un comunicado de la Casa Blanca en la víspera, Trump aseguró al presidente mexicano Enrique Peña Nieto y al primer ministro canadiense Justin Trudeau que Estados Unidos "acordó no rescindir el acuerdo en esta ocasión".
"Los líderes acordaron proceder con prontitud, de conformidad con sus procedimientos internos, para facilitar la renegociación" del acuerdo en "beneficio de los tres países", señaló la residencia presidencial.
Trump dijo creer que "el resultado final hará a los tres países más fuertes y mejores".
El gobierno mexicano confirmó la conversación en un comunicado.
Por su parte, la oficina de Trudeau indicó en un breve comunicado que "los dos líderes continuaron su diálogo sobre las relaciones comerciales Canadá-Estados Unidos y el primer ministro hizo hincapié en la importancia de la estabilidad y el crecimiento del empleo en nuestras relaciones comerciales".
El anuncio fue efectuado horas después de que funcionarios gubernamentales indicaron que Trump sopesaba elaborar un borrador de un decreto para retirar a Estados Unidos del acuerdo, aunque también advirtieron que era solo una entre diversas opciones que estaban siendo analizadas por el mandatario y su personal.
Algunos consideraron que dicha amenaza era una postura de Trump para obtener ventaja sobre México y Canadá mientras intenta negociar cambios al tratado. Durante su campaña, el ahora presidente se quejó del acuerdo, describiéndolo como un "desastre".